miércoles, 31 de mayo de 2017

Tercer aniversario Bibimbap Dramas.


Aunque llevo más de 10 años metida en esto de las series asiáticas, no fue hasta hace tres años que decidí dedicarle un espacio exclusivo a estas en mi vida con este blog, tras mi andadura en diversos blog como Elpozodesadako, donde también le dedicaba un gran espacio a los dramas.
Tres años donde he tenido temporadas con más actividad que otras, y donde he disfrutado hablando de lo que me gusta, de las series asiáticas, aunque eso sí, siempre intentando descubrir otra cara, más allá de las series románticas o de fandom, sin dejar a estas atrás, ya que también disfruto de algunas de ellas, aunque dejándolas más en la recamara, ya que ya tiene suficiente repercusión en otras páginas.

Durante estos años he publicado con anhelo poco más de 100 reseñas y más de 200 entradas (artículos y reseñas incluidas), intentando dar profundidad y seriedad a un medio visto más como algo superfluo, y siempre con intención de incentivar ver todo tipo de series, en género y nacionalidad. Por ello en este tercer aniversario he ido a más y he pedido colaboración a conocidos, amigos, expertos y aficionados, y nos hemos dedicado a realizar artículos desde diferentes tipos de vista, realizados con esmero y con mucha ilusión, para incentivar la visión de series asiáticas y dejar atrás los prejuicios como podéis leer aquí.

Gracias a los colaboradores de estos especiales, y sobre todo a los lectores, me encanta que podamos compartir aquí y en las redes sociales, nuestra afición por esas series asiáticas que por ser "de chinos" son menospreciadas e ignoradas, pero que poco a poco se van colando en casa de más gente por su calidad y su mejor distribución en plataformas streaming. Series de gran variedad y calidad, realizadas desde la perspectiva cultural, política y social propia de cada país, y que nos adentran a un universo único y propio, y a su cultura.

viernes, 26 de mayo de 2017

Descubriendo Asia con los ojos



Un cinéfilo siempre está en busca de nuevas formas cinematográficas, desde mi adolescencia empecé a tener interés en el cine japonés, Takeshi Miike y el boom del j-horror, después y gracias a los comercios de renta  de videos más especializados pude conocer más del cine japoneses y también el cine sur coreano y obviamente el chino. Además  de una proliferación de Festivales de Cine en la Ciudad de México hizo más fácil ver películas asiáticas actuales. Por medio de estos festivales conocí el cine de Zhang Yimou, Jet Li, Zhang Ziyi, Park Chan Wook, Choi Min Sik, Sion Sono y Shōta Sometani, etc….

El interés no solo se quedó ahí, seguir buscando nuevos directores y nuevas películas y trabajar en la investigación cinematográfica te ayuda a involúcrate con su cultura audiovisual y popular, la búsqueda de información de cineastas y de actores, logra que conozcas lo que hacen para la televisión como Going my home (2012) la serie que dirigió Hirokazu Koreeda con Hiroshi Abe, y ahora se está exhibiendo After the storm, la más reciente película en la que vuelven a coincidir director y actor.


Esto nos lleva a la pregunta porque ver televisión y cine asiático, porque conocer  la producción audiovisual de otros países que no sea del monstruo de la cultura audiovisual  que es Estados Unidos, la mayoría de las personas conoce series como Friends, The Big band Theory, 24 o Grey’s Anatomy, para mí una respuesta fácil sería que vivo en un país que es vecino de EUA, pero obviamente en otros países, tiene que ver con el impacto cultural que genera norteamérica, además de la producción y el mercado de exhibición que han creado.

También la forma de ver televisión ha cambiado demasiado, antes solo veíamos series por medio de televisión de paga o los canales locales, ya fueran dobladas o subtituladas, y era más común ver una serie americana que alguna asiática, solamente los animes llegaban a las pantallas, pero las formas han cambiado, antes de que llegara Netflix, Dramafever o estas plataformas para poder visualizar series con subtítulos y a veces dobladas en español, la única forma era descargando los capítulos y buscando subtítulos en inglés  (los más comunes) y muy rara vez en español. Ahora es más práctico con las plataformas, al momento de estar escribiendo este texto se puede  ver en Netflix el drama Men to men, con subtítulos en español y  poder ver cada semana los dos capítulos como en Corea del Sur.

Pero ahora la realidad es porque elegir contenido asiático en lugar del estadounidense o el británico, como es posible que entre demasiada oferta de series o película podamos elegir ver algo chino, japonés, coreano, tailandés, indio, etc.

El nivel de calidad que tienen en su producción, no solo en las ficciones o novelas, sino también en sus programas de variedad, es muy competitivo,  hay dos dramas y un programa de variedad coreanos que siempre recomiendo, la serie Reply con sus tres temporadas (1997,1994 y 1988), al ser una historia donde se mezcla pasado con presente, los detalles de la época siempre están bien logrados, además las historias utilizan al igual que How i met you mother el Cliff-hanging sobre el presente de los protagonista, porque solo estamos conociendo el pasado de ellos. El otro drama que recomiendo tanto por su producción y también por el guion es Signal, nunca espere que se pudieran hacer dramas con un poco de ciencia ficción además de tener una temática bastante social sobre los feminicidios, pero no solo eso la fotografía tenía unos grandes estándares de calidad.


No solo en los dramas, también están los show de variedad como Running Man (que hasta existe una versión china), el que siempre recomiendo y se puede ver en youtube ya que la televisora sube su propio contenido subtitulado a inglés, es 1 Night 2 Days, se trata de mostrar la cultura coreana y los lugares turísticos pero además hacerlo divertido al espectador con concursos y juegos.

Se trata también de conocer la cultura, las modas, su gastronomía, en Corea del sur se hacen dramas en casi todos los capítulos vemos comer a los protagonistas,  pero están los japoneses con sus historias juveniles y versiones live action de mangas, de China tienen buenos dramas de acción y fantásticos. En Tailandia al igual que en Japón realizan historias sobre la preparatoria y el amor juvenil, pero tienen algunas series con temática homosexual, mostrando una gran variedad de temas y de géneros que a veces un solo país como Estados Unidos no pueden tener en su producción. 

Al final está el interesado en ver otro tipo de programas y acercarse a esas producciones ahora que son más fáciles de visualizar, tanto en series de televisión como en películas. Es abrumador tener tantas opciones, pero también es un lujo tener la suerte de poder escoger y decidir solo haciendo un click.

Firma Invitada: rackve

miércoles, 24 de mayo de 2017

¿Un nuevo fenómeno?. Un guía para conocer dramas chinos.



En primer lugar quiero decir que también soy novata en los dramas chinos, empecé a ver hace poco tiempo, exactamente dos años me he estado interesado y visto casi todo lo que allí se produce, incluso más que kdramas. En series asiáticas es obvio como la mayoría empecé por los kdramas / jdramas y mi interés en dramas históricos me llevó a los dramas chinos y sus famosos wuxias. También me he dado cuenta de la creciente popularidad y demanda por cdramas en plataformas de streaming como DramaFever y Viki.

Hay muchos prejuicios: son doblados, largos y con muchos episodios, no les gusta el sonido del mandarín, los efectos especiales son malos... pero si puedes superar todo esto puedes descubrir cosas interesantes y que sorprenden.

Esta es la oportunidad de introducir a más personas el mundo desconocido de cdramas y sus otros géneros más allá de la popular "wuxia" (la que más se produce en China), que por falta de información o acceso a los subtítulos están olvidados y abandonados, y también lo han hecho muchos cosas buenas que ofrecer.

En este artículo quiero compartir todo lo que sé y todavía estoy conociendo sobre cdramas y recomendar algunos de mis dramas favoritos y vez diminuir los prejuicios y traer más amor y nuevos aficionados a los dramas chinos.


WUXIA/XANXIA – ambos son géneros que  pueden ser confundidos al compartir elementos como las artes marciales, e influencias en común como el taoismo y el budismo pero la diferencia principal es que mientras el primero está más enfocado en las artes marciales históricas, el otro lo hace en seres inmortales, magos, demonios y fantasmas, concentrando más elementos de fantasía.

Legend of Condor Heroes - Basada en una novela muy popular con numerosas adaptaciones, este es un clásico viaje con dos héroes de destinos opuestos, llenos de aventuras repletas de obstáculos, romance y artes marciales.


WEBDRAMAS WUXIA/XANXIA series que se emiten en plataformas online que algunas veces también se emiten posteriormente en TV, series que suelen pasar más fácilmente la censura, por lo que suelen ser más atrevidas y originales.
Si quieres empezar por dramas con pocos episodios os recomiendo estos web dramas

Novoland- The Castle in The Sky - De la misma manera que el éxito Eternal Love, este drama está protagonizado por seres inmortales y otros mundos: Novoland explica la historia de amor entre una mujer humana y el rey de los ángeles alados.

Wu Xin: The Monster Killer - contiene elementos de fantasía, terror y aventuras que incluyen a seres mágicos, demonios, fantasmas y una criatura casi humana que se gana la vida cazándolos.


PALACIALES/HISTÓRICAS   Intrigas, política y Guerra, basadas en hechos reales o ficticios, sin elementos fantásticos. Sin duda China tiene milenios de historia que contarnos.  

Nirvana in fire - Un drama imprescindible para cualquier seguidor de las series asiáticas, una OBRA MAESTRA, de lo mejor de las series de China en el nuevo milenio, quizás incluso la mejor serie asiática jamás producida… sí, incluso que la coreana Signal. Dirigida, guionizada y actuada de manera maravillosa, ¡deberíais verla ahora mismo!


Legend of Zhen Huan (Empress of Palace) - La trama es sobre las disputas entre las concubinas del emperador, que comienzan con la llegada de una nueva joven concubina a palacio, recordando a títulos como la clásica La linterna roja de Zhang Yimou.

Three Kingdoms - Un largo y prestigioso drama de 96 episodios, basado en el clásico de la literatura china El romance de los tres reinos de Luo Guan Zhang, que retrata los años turbulentos tras la caída de la dinastía Han, y la división de los reinos.


URBANAS/MODERNAS – Aunque habitualmente llenas de los clichés románticos de los “culebrones”, últimamente han comenzado a ofrecer argumentos y personajes más realistas con temáticas relevantes en la sociedad china contemporánea.

To Be A Better Man - El protagonista masculino en un antihéroe, un perdedor que tras cumplir condena en Estados Unidos es forzado a hacerse cargo de la custodia de un adolescente, volviendo a China para rendir cuentas con las personas de su pasado.


Divorce Lawyers - Dentro de una temática popular está la relación entre una pareja de exitosos y ambiciosos abogados, que desechan la idea del matrimonio en una historia divertida e inteligente.

Days We stared At The Sun - Con solo 5 episodios, la historia sigue el último año de instituto de un grupo de amigos, y sus temores hacia el futuro. Un premiado y realista drama con duras escenas de violencia y un final descorazonador.

Ode To Joy - Este reciente éxito en China es un drama poco habitual protagonizado por mujeres que, aunque no sea perfecto, muestra la vida, la amistad, sus carreras, y sus relaciones familiares, desde una perspectiva femenina.


GUERRA/REVOLUCIÓN Sus tramas retratan tiempos turbulentos de cambios políticos en China, desde la perspectiva más realista hasta los repletos de fantasía, realzando el espíritu patriótico.

The Mystic Nine - Aventura y fantasía ambientada en la época de la república, sobre un clan de poderosas familias que protegen los restos arqueológicos de los robos del ejército japonés.


Battle of Changsha - Un retrato realista de una familia destruida por la Guerra, en la que veteranos actores brillan en sus poderosas y emotivas escenas. Del mismo equipo detrás del aclamado Nirvana on Fire.  

The Great Protector - Una serie de ritmo lento minusvalorada repleta de bellos escenarios, como los western norteamericanos, sobre un grupo de escoltas armados expertos en las artes marciales, que protegen a las ciudades y sus caminos de los bandidos y mercenarios durante la caída del imperio y el comienzo de la revolución.

All Quiet in Beijing - Un drama prestigioso y bien producido, casi un documental político e histórico sobre la corrupción durante el auge del partido comunista.


ESPÍAS/ACCIÓN – dramas ambientados en la época de la República, exhibiendo la atmósfera glamurosa de los años 30, con tramas repletas de espías, acción y un punto de propaganda.

Rookie Agent Rouge - Sigue los pasos de una joven de una familia acomodada que accidentalmente se convierte es espía, con personajes femeninos fuertes, tanto nuestra heroína como la villana.


Decoded - Un genio matemático es reclutado por una agencia de espionaje para descifrar un mensaje cifrado en la primera época de la república.

The Disguiser - Una razón para verlo: tiene el mismo reparto que Nirvana in Fire, en un drama de ritmo más lento cuyo argumento se centra en una poderosa familia de espías y políticos.


WEB DRAMAS  Todo un fenómeno reciente en China, con contenido más creativo y libre, argumentos originales, narraciones inteligentes y menos convencionales, y personajes que pueden explorar el lado oscuro de la sociedad. Una alternativa a las series de los canales de televisión tradicionales, que ha atraído el interés de un público distinto y mucho más joven gracias a su diversidad de géneros. Desde los más habituales, la comedia romántica, el género negro, histórico, aventuras, fantasía, las series de temática gay BL, las ambientadas en institutos, sobrenaturales o apocalípticos. China tiene sus propias plataformas online similares a Netflix como Tencent, Sohu, Iqiyi, QQ and Youku.

Evil Minds -Thriller y misterio en este drama de suspense criminal basada en una popular serie de novelas de detectives oscuros, al igual que otra como Yu Zui, The Darker o Ferry Soul (por desgracia sin subtítulos)


Candle in theTomb - Un web drama considerado mainstream por su gran presupuesto, basado en una serie de novelas sobre ladrones de tumbas con un gran y famoso reparto, de la misma productora detrás de las exitosas Nirvana in Fire, The Disguiser o Love me If You Dare.

Go Princess Go - Todo lo contrario a Candle in the Tomb, esta serie de bajo presupuesto se convirtió en todo un éxito viral en China, al burlarse de los clichés de las series históricas, los viajes en el tiempo, la identidad sexual y, según la censura china, “insinuar lesbianismo y homosexualidad”.


Webdramas de crímenes e investigación
Dr Qin Medical Examiner es la adaptación de la novela Finger Number 11, basada en una persona real, Qin Ming.
Otra alternativa puede ser When a snail Falls in love, que a pesar de su título tiene poco romance y más escenas de acción.


Los webdramas de BL (boys love)
China ha destacado junto a Tailandia con los dramas BL (Boys Love) que incluyen el bromance y las relaciones gays, y que tiene también sus subgéneros (algunas moderadas, otras mas explícitas) que se han vuelto populares incluso entre quienes nunca han visto c-dramas o series asiáticas.
El más reciente es el popular hit Heroine, pero hay otros como Yandaixie Street No. 10 y Revive.


Firma Invitada: AmesMiki

lunes, 22 de mayo de 2017

Doramas: Una ventana a Japón.



Japón está más de moda que nunca y no es solo por su comida o su tecnología: en los últimos años el público occidental ha girado la cabeza hacia oriente para fijarse en todo lo que puede ofrecer y es evidente que el cine y la televisión son uno de los puntos más atractivos a la hora de introducirse lleno en la cultura y las costumbres de este país que tanto nos llama. Y, sin embargo, resulta que todavía existe cierto reparo por sumergirse en la ficción de las series niponas. ¿Cómo es posible?

Ojo, que no hablo solo de aficionados en general. Las distribuidoras europeas tampoco parecía que tuvieran claro lo de subirse al carro, pero da la impresión de que la tendencia está empezando a cambiar desde hace unos añitos. Solo hay que ver el esfuerzo que están haciendo plataformas como Crunchyroll (con una amplia oferta de títulos como Liar Game, HERO o Anohana) o Netflix (que ya empieza a tener incluso algunos de producción propia como Atelier o Hibana -Spark-) para comprobar que su apuesta no es en balde, las series japonesas son interesantes y también una alternativa perfecta a los títulos americanos habituales que tan acostumbrados estamos a ver. Quizá la raíz de ese escepticismo se encuentre en esa presunción de que todos los doramas —como se suele conocer a esta clase de programas— son culebrones de tres al cuarto con actores mediocres o adaptaciones de mangas que, por otro lado, tampoco suscitaban ningún interés en su origen.

Pues bien, es hora de desmentir tópicos y de aclarar las cosas, porque si de algo puede jactarse la televisión nipona es de ser una puerta de entrada perfecta para todos los que sientan curiosidad por la cultura de este país. El costumbrismo japonés se remonta hasta los primeros días del cine en el archipiélago y a día de hoy son ya unos maestros del género, así que empezando por aquí contamos ya con una visión directa de la sociedad japonesa en la que a menudo se entremezcla la comedia pero también el drama y la crítica social, sacando a relucir luces y sombras que nos hacen reflexionar sobre cómo dos pueblos tan diferentes como los nuestros pueden ser tan parecidos a la hora de afrontar las alegrías y las penas que da la vida. A este respecto habría que resaltar la proliferación de títulos de cocina, donde el asunto gastronómico no es sino el eje motor de diversas historias en las que vemos los problemas del Japón moderno. Midnight Diner: Tokyo Stories, por ejemplo, es una de las más nuevas que encaja bien con este planteamiento, narrando las mundanas tribulaciones de aquellos que pasan por el peculiar izakaya que solo abre pasada la medianoche en Tokio.

Pero no nos ciñamos solo a este acercamiento. Habiendo crecido tantísimo el mercado literario en las últimas décadas, cabe destacar que las adaptaciones de novelas son también una opción interesante teniendo en cuenta que muchos de esos libros no llegan a nuestro país y que en general respetan muy bien la esencia de los originales, así que no se pueden dejar de lado en absoluto. Las historias de misterio parecen haberse beneficiado especialmente de esta tendencia, quizá por la larga tradición que ha habido siempre en el género. No hay más que ver algunas de las series más nuevas como Subete ga F ni Naru (basada en la obra de MORI Hiroshi) u Okitegami Kōko no Bibōroku (basada en la de NisiOisiN) para descubrir que a la genialidad del guion se le añade una nueva dimensión a través de las posibilidades que ofrece el medio televisivo, con añadidos visuales que refuerzan más aún el impacto de la narrativa y caracterizaciones que nos meten de lleno en el universo creado por los autores originales. Otras, como los casos del famoso profesor Galileo de Keigo Higashino, han tenido tanto éxito que han dado el salto al cine para cerrar cada una de las temporadas, o desarrollando un caso nuevo, en claro indicio de la aceptación que han tenido durante su emisión.


En general, cualquier enfoque es bueno para comprender un poco mejor la cultura japonesa, pues todos los programas aportan ese pequeño vistazo que expande y mejora nuestros conocimientos sobre ella. Además, las historias de los doramas nos transportan a lugares de todo tipo: desde la bulliciosa Shibuya hasta el rincón más recóndito de la nevada Hokkaido, con asiento preferente para descubrir las costumbres e idiosincrasias de sus habitantes. Por supuesto sobra decir que son un método estupendo para aprender el idioma. Recuerdo con cariño la entrañable Nihonjin no Shiranai Nihongo en la que, además del manido patrón de "profesor se enfrenta a clase complicada", se desvelaban diversas curiosidades sobre la lengua nipona que (tal como reza el propio título de la serie) desconocen incluso los propios japoneses. Las comedias siempre son una fuente inagotable de vocabulario, ¡pero esta lo fue por partida doble! Lo cierto es que para lo especiales que son con ciertos tipos de humor como el manzai, se disfruta mucho del tono ligero, bufonesco y a veces algo absurdo de las comedias japonesas y desde luego son una apuesta segura para meterse de lleno en el mundillo.

Poco más que añadir. Evidentemente, todo lo expuesto es aplicable también al cine, pero  parece que el público ya está más dispuesto a aceptar este formato. Cosa rara teniendo en cuenta que muchos actores saltan de este al otro con inusitada frecuencia, así que quieres se escudan en la excusa de que les gusta más la profesionalidad de las interpretaciones en la gran pantalla ya pueden dejar de remolonear y lanzarse a la piscina de sensaciones que ofrece la pequeña. Sirva lo arriba expuesto como muestra de todo lo que puede ofrecer la televisión nipona: ahora se trata de aprender y disfrutar con la cultura asiática y no hay duda de que las series son un gran punto de partida para sumergirse de lleno en ella. ¡Adelante!.


Firma Invitada: David Heredia

domingo, 21 de mayo de 2017

Kasha (2011)




Volvemos a una adaptación de Miyuki Miyabe, esta vez a la reconocida novela de "Kasha" (publicada en nuestro país bajo en nombre de “La sombra del Kasha”) en forma de un drama especial de la cadena de televisión TV Asahi, un telefilm de 2011 de poco menos de dos horas que consiguió buenas criticas y ratings.

El detective Shunsuke Honma, estando en rehabilitación tras ser herido de un tiro en la pierna en un caso, se embarca en una personal investigación para ayudar a su sobrino, Kazuya Kurisaka. Kurisaka le pide el favor de encontrar a su novia, desaparecida desde hace una semana sin dejar rastro, tras descubrir que ella estaba en la lista negra de los bancos por deudas.
Poco a poco se adentrará en un caso lleno de sorpresas, engaños y dobles identidades; e irá descubriendo los oscuros secretos de la misteriosa y hermosa mujer de mirada fría y triste.

jueves, 18 de mayo de 2017

Lánzate con las thai!



La culpa de todo la tiene Ken Theeradeth Wonpuapan. Al menos mi entrada en el mundo de las series tailandesas en 2013.

Antes de esa fecha ya veía series coreanas y japonesas, pero no me había planteado ampliar mis horizontes en el continente asiático, un continente lleno de riquezas culturales y audiovisuales que no supe apreciar debidamente, por lo menos en el mundo de las series. Hasta que un día leí en un foro sobre la carrera profesional del actor tailandés Theeradeth Wongpuapan, más conocido por su apodo artístico: Ken. Mis nociones sobre Tailandia eran limitadas y bastantes estereotipadas: elefantes, templos budistas, playas exóticas, etc. Sin contar que había visto dos o tres películas thai en mi vida, por lo tanto mi conocimiento sobre sus series era nulo. Por eso, cuando leí sobre la trayectoria de este actor (y vi su foto, debo confesarlo), me picó el gusanillo de la curiosidad y decidí zambullirme en las series tailandesas. Elegí una al azar protagonizada por Ken y fue toda una… experiencia. Positiva y negativa. Sufrí un auténtico porrazo de novata con la trama, pues no me esperaba ver una montaña rusa de emociones y circunstancias. Fue como si acabaras de sacarte el carné de conducir, fueras en un espléndido Ferrari a 200 km/h en una autovía desierta… pero, de repente, esa autovía se convierte en la carretera secundaria llena de baches de tu pueblo y, al final, descubres que los frenos no funcionan, pero milagrosamente sobrevives porque todas las estrellas del universo se han alineado. Y os preguntaréis, “¿pero qué viste?”. Nada del otro mundo. Cuando finalicé la serie, investigué y descubrí tres cosas: 1º) Ken pasaría a ser de mis actores favoritos; 2º) lo que vi era un lakorn; y 3º) NO todas las series tailandesas son lakorns. 

¿Qué es un lakorn? Uno de los principales géneros de ficción televisiva que produce Tailandia. En resumen: lakorn es el sinónimo de la telenovela de toda la vida en el mundo hispanohablante. A diferencia de las telenovelas latinas que pueden durar unos 120 capítulos fácilmente, los lakorns varían entre los 12 y 20 episodios de una única temporada, la duración de cada capítulo ronda la hora y media, y normalmente son emitidas por las cadenas Channel 3, 5 y 7.

Dentro de este género encontramos principalmente estos ingredientes: melodrama, venganza, violencia, acción y romance (todo en uno) donde “los protagonistas sufrirán lo insufrible, pero su amor es tan fuerte que sorteará todos los obstáculos y peligros”. Estos lakorns caracterizados por la némesis son los que tienen mayor rating debido a sus giros de guión, pero también suelen trivializar temas controvertidos.

Pero no todo lakorn se singulariza por la venganza. También podemos distinguir otros más light con una gran variedad de temas: romance, comedia, misterio, fantasía (viajes en el tiempo, superpoderes), familiares, históricas, o de folclore variado: desde historias sobre la realeza y la aristocracia (muy importantes en el país) hasta cuentos y leyendas antiguas. Además, muchas parejas protagonistas repiten debido a su popularidad, así podemos encontrar hasta 4 series diferentes interpretadas por los mismos actores protagonistas. Por ejemplo, es muy habitual encontrar a Nadech Kugimiya actuando junto a la magnífica Yaya Urassaya, o a Ken Theeradeth con Ann Thongprasom. 

Si os apetece una histórica, probad Koo Gum (2013) que han realizado varios remakes de esta novela, pero tengo especial cariño a la versión televisiva de 2013. Si os apetece una de acción, Cubic (2014) sería una buena opción y en cuanto a románticas Wanida (2010) es de las más famosas.


Por otro lado, encontramos otras series thai que se alejan de la línea establecida por los típicos lakorn:

En los últimos años, productoras como GDH 559, GMM TV Ltd. o Nadao Bangkok han revolucionado las series enfocadas a un público joven (ejem, y no tan joven) y han sabido adaptarse a las plataformas online. Estas thai suelen durar entre 30 y 50 minutos en temporadas de 12-15 episodios, mientras que las mini series tienen entre 2 y 4 episodios. En ellas encontraremos romance, amistad, drama, comedia, terror, misterio, deportes… hasta buenos remakes de series coreanas como Full House (2014) y hasta voy a decir que a mi juicio es mejor que la coreana.

Digo revolución porque han sabido transmitir en la pequeña pantalla el importante reflejo evolutivo de la sociedad joven thai: la saga Hormones (2013) fue ejemplo de ello. Dejó una puerta abierta para expresar historias reales con contenido de calidad. De este modo, en últimos años se ha producido una oleada de series del colectivo LGBT, donde dejan de ser personajes secundarios en las tramas para convertirse en los protagonistas de la historia, que han tenido mucho éxito como SOTUS: The Series (2016) o la hilarante y auténtica Diary of Tootsies (2016).

Se dice que las series son un reflejo de la cultura y la sociedad de un país. Son la ventana del espectador curioso. Habrán historias que amaréis y otras que detestaréis, por ello buscad, investigad y elegid bien con cual os queréis iniciar y recordad: tened una mente abierta. A lo mejor un Ken o una Yaya os están esperando. Sólo os puedo asegurar una cosa, tanto los lakorns como las series thai no os dejarán indiferentes, ¡pero si no dais el paso, nunca lo sabréis!


Firma Invitada: Fabi

miércoles, 17 de mayo de 2017

El nuevo romanticismo



No puedo negar que me gustan las historias de amor. Empezando por Jane Austen y las Brönte, creo que una buena historia que sepa analizar nuestras, siempre complicadas, relaciones personales merece la pena como ninguna otra.
Por eso, cuando me tropecé con los dramas coreanos me quedé ahí, enganchada… ¿cómo se podían contar tan bien los conflictos más profundos del corazón desde una cotidianeidad que no resultara vulgar?

Pero… ¿Estoy enamorada?
El amor es un sentimiento universal que se nutre de emociones que todo el mundo creemos conocer. Pero ¿qué aportan los kdramas al género? Igual que los grandes escritores y escritoras universales, los kdramas románticos plantean asuntos sobre la propia identidad y la identidad amorosa: ¿quién soy yo cuando me enamoro? ¿Dejo de ser yo por centrarme en otra persona? ¿Me tengo que convertir en alguien más para conseguir el amor? ¿Qué tengo que cambiar de mi misma cuando me enamoro? Todas estas preguntas son las que se hacen en uno u otro momento las protagonistas femeninas de Boys over Flowers (2009), My Name is Kim Sam Soon (2005) o Personal Taste (2010), entre muchas otras. 

¿De quién me he enamorado?
El intentar obtener respuestas que sirvan para entender mejor el proceso de las relaciones amorosas y sus fases ha llevado al kdrama romántico a desarrollar un subgénero de lo más interesante: los juegos con la identidad. 

Las posibilidades son casi infinitas y cada caso plantea un dilema dentro de este tópico dramático coreano que son los cambios de identidad. Un estupendo ejemplo de este caso es Secret Garden (2011), uno de los dramas más exitosos de la filmografía serial coreana, basado en un costoso acercamiento amoroso que se completa en el momento en que uno se sabe reconocer en el otro.  

La crisis de identidad de Go Eun Chan en  The 1st Shop of Coffee Prince (2012) la lleva por un camino (y a nosotras con ella) de búsqueda de sí misma, en el que el amor le ayudará a madurar.

De manera similar, la protagonista de Heart to Heart (2015), Cha Hong Do, necesita adoptar una identidad diferente a la suya. Salir de esta enfermedad reconstruirá su vida y sus relaciones.  

Y también en protagonistas masculinos: una parte fundamental de la forja del héroe, como es Moo Hyul en The Land of the Wind (2009), es desconocer por completo su identidad.  
Y en dos de mis dramas favoritos, los dos de la guionista Noh Hee Kyung, se juega de diferente forma con la identidad: en That Winter, The Wind Blows (2013) el protagonista Oh Soo necesita hacerse pasar por otra persona para sobrevivir, en It’s OK, That’s Love (2014) nada es lo que parece y todo lo que se muestra es mentira.

Saranghae!
Todos estos juegos con la identidad de los protagonistas se desarrollan en un mundo cercano y lejano a la vez: sus costumbres, su historia, sus tradiciones, por no hablar de su comida, modas, casas, maquillajes, ciudades, etc., me resultan  tan extrañas como al mismo tiempo me reconozco en sus bromas, en su expresión amorosa, en sus relaciones familiares o en el continuo uso del teléfono móvil en sus vidas. Saber mostrar los sentimientos más sublimados mientras comen ramen con palillos me sigue sorprendiendo después de 3 años de ver dramas coreanos. 

Las historias coreanas de amor, las familiares, las profesionales o las de amistad también revisan algunos de nuestros miedos más profundos: la cobardía, las dudas, las contradicciones. El amor es el que, finalmente, nos salva: esa conexión especial entre dos personas que te hace saber que no estás sola en el mundo.

Firma Invitada: 2015_seul_

martes, 16 de mayo de 2017

Kdramas de crimenes.



Fue Jane Austen quien me llevó a Corea. Y la BBC quien me llevó a Jane Austen.
Cuando llegué a los dramas coreanos, ahora hace tres años, yo venía de las series americanas, (True Detectives), suecas (Broen), danesas (The Killing) y sobretodo de la BBC, Prime Suspect era la serie que reunía todos mis gustos. Indagando en las series producidas por la BBC di con Pride and Prejudice, y aunque no era mi estilo sí vi lo que me sigue pareciendo: una de las mejores adaptaciones literarias al formato mini-serie. Para comprobarlo leí a Jane Austen (sí, lo confieso, hasta entonces no lo había hecho) y vi todas las adaptaciones que había, unas cuantas…

Un día a finales de 2014 me entero de que hay una nueva Pride and Prejudice coreana. ¿Coreana? Repaso mi bagaje de Corea y aparece Kim Ki Duk, el gran Park Chan Wok, y algún Hong Sang Soo, de festivales, claro. Empiezo a verla… Extrañeza. Códigos nuevos en interpretación, guion, dirección, todo es nuevo. Curiosidad. ¿De dónde viene esto? Y continúo viendo, drama tras drama, de todos los géneros, años y estilos, hasta llegar a darle la vuelta, ahora las extrañas son las series no coreanas.

Ahora. Es cuando me doy cuenta de que no empecé a ver kdramas de la forma más habitual, con un drama romántico, los más exitosos aquí y allí, sino por uno de crímenes, los grandes desconocidos. Aunque, curiosamente, sea el cine coreano que más gusta aquí, el que más se estrena y se ve, como si kcine y kdramas no estuvieran relacionados, cuando se trata de la misma industria que comparte personas y equipos, historias y formas de narrarlas, (podéis ver cómo adaptan una película, Shiri, al formato drama, IRIS; como extienden una película, Friend, a la duración de una drama, Friend, Our Legend, o como homenajean un clásico del cine, El Padrino, en un drama, All In). Y también me doy cuenta de que me ha ocurrido lo mismo que a la mayoría de kfans, el primer drama que ves se queda ahí, contigo, para siempre. Imposible olvidarlo. Así que… avisados estáis, elegid bien vuestro primer kdrama.

Este no es el único motivo por el que me interesan los kdramas de crímenes, me interesan como medio para reflejar aquello que una sociedad más teme, lo que más odia, sus monstruos, y como medio de expresión de posibles respuestas, de cómo enfrentarse, de forma individual o colectiva, a estos monstruos.

Y las líneas por donde transita el kdrama de crimen son: 

-La denuncia de la corrupción política, aún no he visto ningún kdrama que refleje una imagen positiva de algún político, que valiéndose de cualquier medio, gánsteres, fiscales, policías, se aliará con grandes empresarios (los chaebols) para obtener beneficios económicos.

-Mostrar el trauma que conlleva mirar al pasado: en la realidad (el único pueblo -lengua común, historia compartida- que a día de hoy sigue estando dividido y bastante intervenido…), y en la ficción - la necesidad de acudir a la infancia de los protagonistas, en forma de flashback, para mostrar el hecho que ha provocado el trauma: separación familiar, traición de la amistad, asesinato oculto, tabú del incesto.

-Corrupción y borrado del pasado, es la herencia que ha quedado a la actual generación, creando un presente desigual, con imposibilidad de cambio y además traumático. Con dos posibles respuestas: la venganza o la justicia.

Venganza. Es la primera respuesta que da el kdrama, aunque para ello haya que morir y resucitar (IRIS, Beyond the Clouds, Last, Master God of Noodles), ocultar la identidad (A Love To Kill, Time Between Dogs and Wolf, Bad Guy) o camuflarse entre el enemigo (Cruel City). Pero la venganza no es sencilla, el precio que hay que pagar para vengarse de un monstruo es pensar como él, ser cómo el (Resurrection), perder a los seres queridos (The Devil) o dejar de ser quién eres para acabar siendo un monstruo (Shark).
Justicia. Ante semejante panorama de corrupción, el lado de la justicia tampoco es fácil, ya sea desde la policía (Ten y Ten Two, Cheo Yong, Missing Noir M, Hidden Identity), desde la fiscalía (Reset, I Heart Your Voice, Pride and Prejuice) o convirtiéndote en justiciero (Healer, 38 Police Unit, Pied Pipper) o aplicando justicia desde fuera del sistema (Solomon’s Perjury).

-Para enfrentarse a auténticos psicóticos (Golden Cross, Bad Guys, Pinochio, Remember, Voice) o a asesinos en serie (Gap Dong, Tunnel). O hacerlo todo a la vez: (Signal) cazar a un asesino en serie desde la policía para encontrar justicia con la realidad aunque sea viajando en el tiempo, que para eso está la ficción.

Firma Invitada: euridicekorea

miércoles, 10 de mayo de 2017

Cine y Series, el complemento perfecto.



La cultura asiática está más de moda que nunca en todo el mundo. Es tan habitual cenar sushi en cualquier ciudad europea como en la propia Tokyo, la música coreana arrastra a millones de jóvenes de todo el planeta, y el mandarín se está convirtiendo en el idioma a estudiar en muchas escuelas con visión de futuro. Antes el ver alguno de los pocos títulos de cine asiático que se estrenaban era uno de los escasos puntos de acceso a la cultura oriental, convirtiéndose en la puerta de entrada a un continente fascinante, ya fuera una cinta de artes marciales de Bruce Lee y Jackie Chan o alguno de los clásicos del cine japonés. Pero desde que internet se ha convertido en una herramienta indispensable en nuestras vidas ese acceso a una cultura separada de nosotros por unos cuantos miles de kilómetros, nos queda tan cerca cómo hacer click con el ratón. Hemos llegado al extremo de que es tan sencillo ver cine asiático aquí como en los propios países de origen, recortando cada vez más las ventanas de separación de sus estrenos al nuestro. Y algo similar sucede con las series asiáticas, que gracias a plataformas online podemos ver, en algunos casos, simultáneamente a su emisión original los nuevos episodios de las series más vistas en Seúl, Beijing o Bangkok. El acceso a su cultura es más sencillo que nunca, y las nuevas generaciones tienen cada vez más normalizado acercarse a ofertas culturales de países asiáticos

Si antes era la literatura o el cine esa puerta de entrada, con el avance de las tecnologías han sido las series las que están tomando el relevo como principal atractivo de la cultura asiática. La facilidad del acceso ha venido también acompañada de un boom del concepto de “serie” en todo el mundo, tomándola mucho más en serio como formato cultural de lo que era habitual. Ya no es un simple entretenimiento más, teniendo algunas de ellas tanta o más repercusión que el mayor estreno de cine, o el single musical más escuchado. Y como seguidor del cine asiático, las series se han convertido en un apartado a tener muy en cuenta si queremos entender un poco mejor el microcosmos cultural de Asia. Su tradición es larguísima, y su importancia en la cultura popular tan grande como en cualquier país occidental. 


Tomemos por ejemplo uno de los mayores fenómenos de los últimos años, la coreana Descendents of the Sun. Millones de espectadores en su propio país, pero también a lo largo de todo el continente, especialmente en China donde las cifras de visionados online de los capítulos tienen tantos ceros finales que provoca mareos el mirarlas. Sus dos estrellas protagonistas se han convertido en más estrellas si cabe; Song Hye-kyo nos regala sus interpretaciones con cuentagotas y hace ya unos años que casi no trabaja en el cine, pero Song Joong-ki participa en uno de los estrenos cinematográficos más esperados del año, Battleship Island del director Ryu Seung-wan, junto a otro actor que suele compaginar el trabajo en los dos medios como So Ji-sub y la gran estrella cinematográfica de los últimos años, Hwang Jung-min. Está claro que si uno quiere hacer una predicción sobre cuantos millones de espectadores van a ir a ver la película ha de tener en cuenta el bagaje, no solo cinematográfico, de sus estrellas protagonistas, sino también el televisivo. El mismo que habrán tenido los productores de la película al contratarle; cuando contaron con sus servicios tendrían también en cuenta un factor como el de su posible estreno en China (aunque la relación entre los dos países se haya distanciado por temas políticos en los últimos meses), y el propio caché del actor también habrá aumentado cuantiosamente. ¿Cuántas de sus fans acudirían a verla? Lo mismo podemos decir de la gran serie del momento en China, Eternal Love. ¿Cuál será el próximo papel de su protagonista Mark Chao? Seguramente uno mucho más ambicioso del que hubiera tenido de no hacer la serie. En Japón también es habitual que incluso las grandes estrellas compaginen sus trabajos en los dos formatos. ¿Alguien se imagina a Tom Cruise rodando una serie? En Japón Takuya Kimura, el actor más popular del país, lo lleva haciendo cerca de veinte años. Por no decir que allí es muy común que la serie de éxito tenga una continuación, o un final, en formato cinematográfico. ¿Os imagináis que el final de Perdidos se hubiera estrenado directamente en cine? ¿o un nuevo caso de Sherlock? Pues en Japón está a la orden del día, desde hace muchos años.


Pero más allá de la pura información y el contexto a nivel de la industria del cine, ver series de los diferentes países asiáticos es muy recomendable para adentrarnos desde otras perspectivas en su cultura y aprender sus distintas costumbres, así como las distintas peculiaridades de cada país. Todavía hay quien piensa que todo es lo mismo en Asia, pero nada más lejos de la realidad al enfrentarnos a series de China, Corea, Japón, Tailandia o Filipinas, poco importa: las series son un reflejo de la cultura y aportan un punto de vista imprescindible, distorsionado obviamente por las necesidades de una narrativa de ficción, pero que no dejan de mostrarnos sus gustos, costumbres y formas de ser. Y desde luego es el complemento perfecto para aquellos que vemos habitualmente cine asiático. Más allá de para seguir las carreras de actores o directores, las series ofrecen otra perspectiva por el simple hecho de estar creadas en un formato diferente. El estar pensadas para ser vistas una o dos veces durante muchas semanas hace que la narrativa cambie completamente, pudiendo además profundizar en numerosas temáticas que difícilmente podría conseguir una película por una simple restricción horaria. Tomemos como ejemplo extremo las series matinales japonesas, los Asadora, toda una clase magistral de costumbrismo, de historia del país, en apenas 15 minutos diarios. La cuestión al final es seguir aprendiendo y disfrutando de la cultura asiática, y las series son, cada vez más, uno de los mejores puntos de acceso para conseguirlo.


Firma Invitada: Random Ahjussi.

lunes, 8 de mayo de 2017

Ser parte del fenómeno.

"Iniciarse como fan en las series asiáticas y terminar siendo parte del fenómeno"



Si hay algo de lo que me guste hablar es de las series asiáticas, especialmente de las surcoreanas y las japonesas (aunque no le hago ascos a ninguna otra nacionalidad: taiwanesas, chinas, filipinas, tailandesas…) por lo que agradezco poder participar en este proyecto para fomentar su visionado. 
Antes de contaros por qué recomiendo dar una oportunidad a las series asiáticas, me gustaría comentar cómo llegué a conocer este pequeño mundo que, a pesar de lo que dice “La Ahjumma”, ya no es tan pequeño.
[Dejad que os avise antes de empezar que en otra vida fui un juglar, un cuenta cuentos, y que ello marca toda mi vida actual ;p]

En otra época ya lejana, más concretamente en mi último año de universidad, cuando los vientos de la incertidumbre azotaban un pequeño cuarto con un ordenador de mesa, paseaba, en busca de distracción, por la llanuras de ese insólito lugar llamado Youtube, y encontré una serie japonesa (Orange Days). Debo agradecer, a aquel diestro ninja que usurpó, (con sus rápidas y descansadas manos, sin callos por traducir) unos buenos subtítulos de la citada serie. Una serie que con ritmo lento, buenos diálogos y mejores actuaciones me enganchó desde el capítulo uno, (como me dijo una amiga a la que hace un año le hice ver varias series japonesas, son expertos en remover sentimientos). Con tiempo para gastar y ganas de evadirme, podría haberse quedado en una anécdota del destino, pero la magia de Internet no cesa (y los programadores pican código cada noche para que no pare) y en los “vídeos sugeridos” me apareció mi siguiente candidata, “Pride” (también japonesa, por pura casualidad) de la cual no me hizo falta ver más que el “opening” con la canción de “I was born to love you” de Queen, para permanecer enganchada a esa serie (una de mis favoritas, hasta la fecha) Una cosa llevo a otra, un vídeo a otro y así, “enviciada” por alguna escena fue como (por ansia viva) me registré en un foro para poder ayudar a traducir una serie (del que sería uno de mis actores favoritos: Lee Byung Hun) que estaba estancada a falta de cuatro episodios, y la traductora tenía problemas para acabarla. Hoy día, unos doce años después de eso, formo parte del fenómeno y traduzco, corrijo, comento y difundo estas series, soy parte activa de un staff cada más grande, de un foro con muchísimos usuarios. ¿Por qué os lo cuento? Porque esto debe avisarse (como en los paquetes de tabaco) ver series asiáticas, engancha. 

(Bajo vuestra responsabilidad seguid leyendo :p.)

Como este cuento versa sobre recomendar series asiáticas, especialmente coreanas y japonesas, (ya habrá otro que cuente las virtudes de las demás) debo empezar por los requisitos que creo que DEBEIS cumplir:
1º Cero prejuicios. Tanto en lo que respecta a “ver chinos” como a “ver series subtituladas” (esto último, debido a series como juego de Tronos, parece algo más superado, pero aún sois muchos los que dicen eso de: “yo solo dobladas”, y dejadme que os diga que: “Craso error”, probad, poco a poco, y me contáis)
2º Ganas de ver algo nuevo. No estoy diciendo que vayáis a encontrar el sentido de la vida viendo estas series, poco queda por inventar, pero lo que sí es seguro es que lo abordan de una manera muy especial y característica.
3º Ser generoso con algunos temas, ejemplo, tema “físico” o algunas tradiciones de su cultura, que no pienso mencionar pero que cuando os enganchéis (lo digo por experiencia) hasta serán temas de conversación con los colegas tanto para lo bueno como para lo malo. (Lo que algunos llaman “los tópicos de las series coreanas” que a la de tres series ya empezaréis a identificar y sino haced la prueba)

Las series asiáticas (si tienes en cuenta los tres puntos anteriores) son para todos los públicos ya que hay de TODO: acción, romance, fantasía, ciencia ficción, juveniles, familiares, cómicas (absurdas o no), históricas (en las que aprenderás muchas cosas curiosas)  tocan todos los palos, así que sugiero que probéis el género que más os entretenga. También hay muy buenos actores, que debido a su “nacionalidad” no son conocidos por el gran público, pero que podrían dar un millón de vueltas a esos rubitos de ojos azules que corren por las pantallas de cine y televisión, (que son como de cartoné y clonados; [vale, esto es un artículo de opinión, puedo ponerlo…]


¿Qué considero yo que son los puntos fuertes de estas series? 

Son de una (a lo sumo y muy esporádicamente) dos temporadas. ¡Oh, sí! ¡Alabado sea el señor! Alguien que entiende que una historia puede contarse sin tener que alargarla, estrujarla y retorcerlas tanto que al final no tenga el menor sentido si se ve en conjunto. Las temporadas son de entre 10 u 11 capítulos, generalmente, si son japonesas y entre 16 y 24 (de término medio, aunque las familiares suelen ser más largas como 50 capítulo o más) si son coreanas. En el caso de Corea se emiten dos capítulos por semana y en Japón uno. Que quiero decir con todo eso, que no existe la “paja”, al menos a los niveles que nos tienen acostumbrados con esas “Seis temporadas, once temporadas,… “Anatomía de Grey, temporada trece” No hay ninguna historia que aguante bien trece temporadas, (se repiten más que el ajo) Una serie la ves entera en Corea en dos meses y a otra cosa, a otra historia, a otros personajes…
Suelen ser unas series dinámicas, frescas y se nota que tienen ganas de hacerlo bien. Alguna de ellas están grabadas “al día” y eso se percibe. Pueden pecar (dependiendo del género que te guste) de colocar “caras bonitas” (allí llamados Idol aunque a veces alguno nos ha sorprendido gratamente) pero les perdonamos porque después nos regalan las actuaciones de Lee Byung Hun, Song Hye Kyo, Ji Sung,  Takuya Kimura, Tadanobu Asano o Ko Shibasaki, y un enorme etc, 

Visualmente son muy buenas, tanto en las escenas de peleas (como en otras “más de recrearse el ojo”, ya que el culto al cuerpo es algo bastante extendido por esas tierras (de samuráis y guerreros) No es que las tengáis que ver por eso, pero daño no hace :p (Daño pueden hacer los modelitos que visten, eso sí que puede que os genere un trauma que deba quitaros un psicólogo, pero entra en la categoría tercera de los requisitos: recordad, sed generosos, jaja) Grandes producciones que no se cortan un pelo a la hora de gastarse los cuartos en efectos especiales. Dobles de acción, material a destruir (bombas, coches destrozados, armas de última generación…) Las series no tienen nada que envidiar a las producciones de cine. La pantalla chica y la grande nunca estuvieron tan parejas.

Los guiones. Veréis, no todo se cuece en Hollywood, eso lo sabemos hace años. Lo que no saben muchos es que las ideas, en su mayoría, están saliendo de Asia, y que alguna de esas películas que tanto os gustan no son más que un remake de alguna asiática (Ejemplo, La casa del Lago). La series coreanas y japonesas ya han dado el salto en plataformas como Neflix y espero que eso ayude a conseguir posicionarlas donde se merecen.

Sus BSO. La música en estas series es muy importante. Suelen ser canciones originales para las propias series, lo cual demuestra lo que decía sobre que quieren hacer las cosas bien y se toman interés. Son un producto muy fuerte en sus países y la competencia es tan tremenda que no pueden “dormirse en los laureles” o el rating cae como la espuma. Guerras de audiencias sangrientas en las que ruedan cabezas y se ensalzan nuevos héroes nacionales (a esos niveles juegan) 

Pero para que veáis que no todo es miel sobre hojuelas os indicaré algunas de sus “pegas”, por ejemplo: hay temas que, ya sea por tradición o por cultura, son casi inamovibles: matrimonio, divorcio, consentimientos paternos varios, penas de muerte, servilismo, etc, así como los tópicos que antes mencionamos, los consabidos “besos pared”, toalleros, etc… Son las reglas con las que todos jugamos, (pero se quedan lejos de, por ejemplo, hacerme tragar que alguien puede cambiar el curso de un misil con su mano, y no, no estoy exagerando, es una de las “pildoritas que nos hacen tragar en el cine o televisión americana, por nombrar alguna) El patriotismo, es otro de los temas que no pueden dejar de lado y ¡qué dios los salve!, si no son todos patriotas (pero tampoco es algo por lo que dejar de verlas, nadie vería las películas de la “Meca del cine” si fuera así, ¿o no?)
En resumen, tienen muchos más “pros” que “contras”, y yo os las recomiendo encarecidamente.

Espero que os haya picado, aunque sea un poco, la curiosidad por ver alguna de estas series. Ojalá les deis una oportunidad, porque valen mucho la pena, y que vengáis a comentarnos que os parecieron.


domingo, 7 de mayo de 2017

Wild Romance (2012)



“Wild Romance” es un kdrama de la KBS2 de 16 episodios del 2012 que nos narra la historia de una exjudoca algo salvaje, de aspecto masculino y a a la cual no le importa su aspecto, que ahora trabaja como guardaespaldas.
Por causas mayores acaba siendo la guardaspaldas de su mayor enemigo, un jugador de beisbol al que odia no solo por ser la estrella del equipo rival al que ella siempre apoya, sino por ser una persona muy arrogante.

Su relación profesional es muy tensa, así como su relación personal, pero poco a poco se van conociendo más y se van necesitando mutuamente, los dos son dos personas con profundos conflictos interiores causados por un dolor y una perdida del pasado.
Cuando entre en la historia un tercer personaje en discordia, un antiguo amor del jugador de beisbol, y una trama de suspense, la de un acosador que intenta destruirle, la serie va tornandose más oscura y dramática, poniendo trabas a la relación de nuestros protagonistas, que iba evolucionando a algo más que una simple relación de respeto mutuo y amistad. Unos obstáculos dolorosos, difíciles de superar, que los hará mas fuertes, así como a su relación.

“Wild Romance” comienza con una serie romántica alocada y muy divertida, con dos personajes antagonistas, dos personas que viven en mundos diferentes que por diversas razones acaban entablando una relación de amor y odio.
En los primeros episodios podemos ver aparecer y desarrollar a pasos agigantados la relación de los personajes principales, que va de divertirse haciéndole la vida imposible entre ellos, a empezar a confiar y depender el uno del otro.
Cuando un tercer personaje en discordia entra en la historia, la relación de estos, ya más cercana al amor que el odio, se atasca para empezar a desarrollar un triangulo amoroso y convertirse poco a poco en un thriller, al incorporarse y profundizar más en el misterio del acosador. 
El desarrollo de la trama amorosa también se ve perjudicada por incluir además en el retrato más o menos realista de la vida de un jugador de béisbol profesional y la cultura de fans que la rodea.

Se podría decir que este drama se mueve dentro de los límites de los cánones del género (tanto del romántico como del thriller), pero siempre tiene algún toque y momento que le da carácter propio y lo hace especial y diferente, algo que viniendo de la guionista Park Yeon-sun (Age of Youth), autora de los guiones de películas tan divertidas como particulares tales como "My Tuttor Friend" o "Lovely Rivals", no es de extrañar.

jueves, 4 de mayo de 2017

Curiosidad (por las series japonesas).



Curiosidad. De pequeños somos atraídos por todo aquello que nos parece desconocido, que todavía no tenemos incorporado a nuestras mentes como algo habitual. Nos dejamos llevar y nos sumergimos a un" mundo" completamente nuevo. Lamentablemente, a medida que vamos creciendo, algunos pierden parte de ese sentimiento, otros lo mantenemos, pero la mayoría de las personas solo va por el camino de lo conocido, lejos de todo aquello que lo pueda llegar a sorprender. Esto que acabo de escribir puede parecer un poco fuera de lugar, pero no, porque fue ese mismo sentimiento de curiosidad el que me permitió entrar a esta nueva cultura de series. Las series japonesas.

Al principio uno puede verse abrumado por la amplia selección de géneros y estilos, pero eso es lo divertido de adentrarse en este nuevo mundo. Cada uno debe encontrar por sí mismo el camino a seguir. Si bien, debo confesar, a mí se me hizo algo más fácil, o tal vez, menos complicado por venir del mundo de los animes, no quiere decir que alguien que no haya visto nunca uno no termine por gustarle esa serie japonesa que acaba de descubrir. Tranquilamente, puedes provenir de cualquier otro mundo de series: francesas, inglesas, finlandesas, estadounidenses, etc. Las series japonesas no tienen nada que envidiarles a todas estas. Incluso, me atrevo a decir, que algunas de ellas pueden llegar a superarlas. Las historias se vuelven amenas, cercanas, y el sello característico de estas series resalta en cada capítulo; sus personajes. Da gusto ver cómo los guionistas y directores japoneses cuidan cada detalle de sus historias personales, cómo nos van metiendo en lo que sienten cada uno de sus personajes en las distintas escenas que conforman un capítulo. Capítulos que no suelen durar más de 20 o 40 minutos (minutos más, minutos menos) y que nos dejan pidiendo por más. Incluso cuando nos damos cuenta que solo nos quedan un par de minutos para ese capítulo final. Porque si algo tienen las series japonesas es su corta duración. No suelen superar los 12 capítulos, a veces incluso menos. Otro punto a favor más para aquellos a los que no les gusta esos rellenos que nos obligan a ver series que duran siglos y siglos, y de las cuales no avistamos el horizonte de ese ansiado final. Pero esa no es la única característica que tienen. También nos hacen disfrutar de sus paisajes, cultura y tradiciones en cada toma filmada con mucha dedicación. Y déjenme decirles que si algo tienen para enseñarnos los japoneses es su cultura milenaria. Pero cuidado, no estoy diciendo que haya encontrado la panacea, muchas series tienen sus fallos, incluso errores inconcebibles, pero qué serie no cuenta con ellos. 

Esto es fácil, y no tiene muchas vueltas, si a la primera descubren algo que los enamore de las series japonesas, les aseguro que no va a ser fácil soltarlas. Y si no es a la primera, les ruego que les den una segunda oportunidad, incluso una tercera o cuarta. Estoy casi... no, estoy seguro que no se van a sentir defraudados de liberar su curiosidad una vez más.

Aquí no existe ese famoso dicho "la curiosidad mató al gato", no, aquí la curiosidad solo amplía nuestro panorama. Nos hace sentir más identificados con aquellos países que solemos ver a lo lejos con nuestros prejuicios. Nos hace sentir uno solo en este gran mundo.

Vayan, sean atrevidos, curiosos como cuando eran unos niños, adéntrense a este nuevo mundo y déjense sorprender.


Firma Invitada: Cristian Fucile

martes, 2 de mayo de 2017

Y también veo series asiáticas.



Soy apasionada de las series de televisión, desde siempre, desde pequeña cuando las series eran todas de episodios autoconclusivos, y era un medio considerado menor al cual se le miraba por encima del hombro.  Y es verdad que muchos solo las disfrutábamos sin verles mayor valor que hacernos pasar la tarde. Aunque sin duda ya había series como por ejemplo “Canción Triste de Hill Street”, en las que se intuía que estabas ante algo más y con diferencia, no fue hasta los 90 cuando empezaron a despuntar ciertas series, directores, guionistas y actores, cuando se empezaría a ver a la televisión con un medio con posibilidades. Pero se veían como casos aislados y fue en el nuevo milenio cuando el medio creció y se consolidó, cuando las series de televisión se vieron como una nueva y potente manera de narrar historias, en muchas ocasiones de igual o mejor manera que el cine.

El boom de las series de televisión fue y sigue siendo imparable, internet fue (y es) su mayor aliado, así como las plataformas de vídeo bajo demanda por streaming (HBO, Netflix, Amazon, Hulu,…). Esto hace que la gente busque y se especialice más, hasta tal manera que desde final del 2000 y principio de esta década han empezado a surgir ciertas voces que se dedican a investigar más allá de las series “made in USA”, y por tanto a mirar hacia otros países (incluso los propios productores de Estados Unidos que se dedicaron hacer remakes), comenzando por las series Inglesas, a las cuales rápidamente se les empezó a dar mayor mérito de calidad, y posteriormente a las series nórdicas, la última moda entre los aficionados más selectos de las series de televisión, que parece que ha venido para quedarse (por lo menos durante una buena temporada), y se está extendiendo a series de procedencia Europea en general. No hay año en que una serie francesa, italiana, inglesa o nórdica, no acabe en los listados de los mejor del año de los críticos más especializados.

¿Pero qué pasa con las series de otras procedencias? ¿Qué pasa con los dramas (las series asiáticas)?. ¿Llegarán a ser el nuevo boom televisivo entre los aficionados y los críticos más exigentes y faltos de “novedades”?.
Por desgracia estamos muy lejos de esta posibilidad, aunque es ahora cuando las plataformas de vídeo bajo demanda por streaming internacionales están empezando a apostar por la producción propia de series en Corea del Sur, Japón, India, Indonesia, Taiwán o Tailandia, no lo están haciendo con resultados positivos (en cuanto a calidad), y las series de estos países por las que apuestan para unirse a su catálogo son propuestas no especialmente buenas (salvo excepciones). Ya sea por la total ignorancia de sus programadores, por la dificultad de negociar con estos países, o porque ya existen dos grandes plataformas de streaming especializadas (no disponibles en España) en series asiáticas muy consolidadas (Viki, Dramafever), quienes desde hace años se han hecho con el “poder” y el público.

Pero aún tenemos la posibilidad de internet, de los fansubs y webs que altruistamente (o no) ponen a nuestra disposición un tanto por cien de la producción asiática a nuestra disposición con subtítulos en diversos idiomas, entre ellos, como no, en inglés y español.
Entonces, como pasó con las series en general (y USA en concreto) en el nuevo milenio, por medio de la red, ¿puede que las series asiáticas lleguen a ser ese nuevo horizonte al cual mirar para ver algo nuevo?. Ojalá, pero antes de que esto suceda, si sucede algún día hay, las cosas tienen que evolucionar, el espectador tiene que cambiar y dejar de lado los prejuicios. 

El espectador de series USA y en general, como el espectador de cine, es mayoritariamente desconocedor de la cultura asiática y tiene muchos prejuicios ante lo asiático, catalogándolo de “cosas de chinos”. Mientras que el asiduo al cine asiático o el de anime (incluso podríamos decir que incluso el aficionado a la cultura asiática), que podría ser un público claramente potencial, tiene prejuicios hacia las series asiáticas. No han sobrepasado ese menosprecio hacia el medio televisivo como algo inferior, que si lo ha hecho (mayoritariamente) el aficionado al cine occidental hacia la ficción televisiva occidental, desde hace más de una década.

¡Fuera prejuicios!. 
-Los actores asiáticos no son malos, hay mejores y peores, y cada uno tiene su forma de interpretación según su calidad y estilo, igual que son diferentes las actuaciones de un actor inglés proveniente del teatro con las de un actor hollywoodense de películas de acción. 
-Las series asiáticas no son malas, el cine y la televisión comparten en muchas ocasiones actores, la producción es de una gran factura técnica (dirección, fotográfica, vestuario,…), y hay series de todo tipo de ritmo y tono, desde las más entretenidas y ligeras a las de mayor profundidad y complejidad. 
-Dejemos atrás otras manías hacia las series asiáticas: que todo es igual. Las series coreanas no son todas de triángulos amorosos; las series japonesas no son todas adaptaciones de manga; las series chinas no son todas de kung fu o de gente volando por los aires; las series tailandesas no son todas culebrones… Como no todas las series inglesas son de época, ni todas las alemanas son policiales con coches explotando, ni todas las series españolas son familiares y costumbristas,…

Para que nos hagamos una idea, al año Japón produce un número aproximado de 130 series de televisión, Corea del sur unas 150 (contando webdramas), y China más de 30.000 episodios que equivaldría a unas 500 series. Por tanto hay variedad para todos los gustos, quitémonos el miedo de experimentar con las series asiáticas, como ya lo hemos hecho con las series europeas
Todo es encontrar tu género y temática favorito en las series asiáticas, en todos los países hay thriller de suspense y acción, series policiales y detectivescas, dramas con crítica social, series de aventuras, de médicos, de abogados,… y sí, comedias y drama románticos, pero también de todo tipo, de los más innovadores, clásicos, juveniles y adultos. Quizá sea difícil verlos y encontrarlos, pero existen, solo hay que buscar, como lo hacemos para encontrar la última serie nórdica, belga, holandesa, etc.

Las series asiáticas, no son perfectas como no lo son las de otras procedencias. Pero tienen su propia identidad, su propio estilo en contenido y forma, y su propia historia que las hace tener su encanto (también son cortas y la mayoría son drama serializados), lo que las hace especiales y diferentes, además de que poco a poco, por medio de la ficción televisiva asiática (como la de cualquier país) nos adentramos y conozcamos culturas totalmente diferentes.

Como en todo, es difícil empezar o saber por dónde adentrarse, y hay que reconocer que en el mundillo de las series de televisión asiáticas hay un público muy fandom que quizá no ayuda. El espectador medio de series asiáticas y las páginas especializadas de series asiáticas enloquecen y se centran solo series muy de fenómeno fan (series de las con las que también disfruto, si están bien realizadas, pero con moderación y ojo crítico), por lo que si nos acercamos a listados de recomendaciones podemos salir “escaldados” si buscamos algo más. 
No hay que rendirse a la primera, hay que experimentar por cuanta propia, y fijarse en “otras series asiáticas”. Esta es la respuesta y camino de como adentrarse a las series asiáticas, probando, equivocándose, pero no rindiéndose y seguir con la siguiente, dejarse recomendar por alguien de confianza, y cuando ya llevemos unas cuantas vistas, ya podremos decantarnos por géneros, directores, guionistas o actores. Como al fin y al cabo hacemos y hemos hecho con las series occidentales, ¿cuantas series USA catamos al año y abandonamos a medias?, nos guiamos por su productor, por su guionista, su actor principal, la cadena donde se emite… y por nuestros amigos y críticos especialistas favoritos.

Sé que puede sonar egocéntrico (y no es mi pretensión), pero mi intención desde este blog siempre ha sido dar seriedad al mundo de las series asiáticas, como a día de hoy lo es el de las series occidentales, con eventos culturales y conferencias académicas (aunque yo no quiero darle tanto esnobismo), presentándolas como son, series realizadas desde la perspectiva cultural, política y social propia de cada país. 
Mi deseo es abrir nuevas puertas al espectador medio de series asiáticas y darles a conocer otro tipo de series asiáticas, y descubrírselas desde cero al principiante. En el mundo de los dramas hay una gran variedad y calidad, solo hay que adentrarse a ellas por el buen camino.

Es difícil apostar por las series asiáticas, pero por ello a lo largo de este mes de mayo, en el que es el aniversario del blog, diversos colaboradores a los que he pedido su ayuda puntual y yo misma, vamos a intentar quitar prejuicios, a fans o no fans de Asia, a seguidores de un solo un tipo de género o de una sola nacionalidad de series asiáticas, a los amantes de las series de televisión que desconocen las maravillas de los dramas, y a los fans del cine asiático que las subestiman. Artículos desde diferentes tipos de vista, realizados con esmero y con mucha ilusión, con la misma que esperamos que vosotros disfrutéis cuando os adentréis al mundo de las series asiáticas.
Espero que consigamos quitaros esa venda en los ojos, esos posibles prejuicios y sino, seguiré insistiendo, mes a mes, entrada tras entrada, en este blog y en twitter, como lo he hecho durante estos tres años por aquí, otros tantos en ElpozodeSadako, y desde hace unas semanas en la web de series generalista fiebreseries.